Nonsense. The beginnig.

Querida Isabella:

No sé por qué ahora todos me juzgan por lo que hice. Me miran con decepción y por encima del hombro.
A lo mejor soy yo quien los juzgo mal, puede ser que esté viendo las cosas desde una perspectiva totalmente opuesta a la suya...
Tal vez. Por lo menos sé que una persona en la tierra me entiende. Gracias.

La gente no entienden por qué lo hice, no saben todo lo que pienso y siento, es que en realidad no saben nada, solo están en un segundo plano esperando a cualquier error para echarte en cara.
No pienso juzgarles, no me merece la pena perder mi tiempo en discutir con gente temas de los que ellos no están involucrados, principalmente porque antes de juzgar pregunta.

Me dicen que cómo he podido hacer todo esto por él, que no entienden que después de todo lo que pasó a la orilla del mar, después de todo eso, aún sigan sintiendo de la misma manera, que le perdone error tras error, que siga creyendo en él...
Yo podría responderles eternamente pero aún así me llamarían de estúpida y no me creerían.
Me lo echan todo en cara, me dicen que vivo en una mentira, que sus besos son falsos, que estoy cegada, que no veo la realidad en la que dicen que tendrían que vivir; incluso me han llegado aponer de paranoica, loca, esquizofrénica... nunca entenderé por qué lo dicen.

Bueno al fin y al cabo tú eres la unica que me conoce perfectamente y sabe todo sobre mi. Sabes cada sentimiento que pasa por mi mente, eres como la hermana que siempre quise tener pero que nunca encontré hasta ahora.
Aunque ellos nunca te lleguen a conocer, no por tí, si no porque ellos no quieren. Sé que siempre me apoyarás y pase lo que pase siempre estarás a mi lado.
Simplemente gracias.

Nonsense. Despair begins

¿Lo escuchas?
Exacto. No se oye nada, ni el simple piar de un pequeño pajarito jugueteando con las flores.
Silencio. Solo silencio.
Un silencio acompañado del viento que bate con furia sobre los pocos arboles que quedan junto a esta cárcel.
Aunque lleve en ella poco tiempo, para mi han sido como años. Pero esta vez ha sido diferente. Esta vez es casi de aislamiento pero no provocado, un aislamiento que poco a poco irá a peor llegando seguro a que se borre mi pista del mapa, desapareciendo del mundo.
Parece como si el tiempo se hubiera parado en un preciso instante, en un preciso segundo del reloj que ahora es incapaz de continuar su camino por miedo a marcar la hora incorrecta.
A veces me siento como si estuviese loca hablando en voz alta sin que nadie me escuche o me de una señal de que está ahí, detrás de ese muro blanco acolchado que nunca comprenderé por qué lo tengo.

Echo de menos a la única persona en la faz de la tierra que me escucha y me comprende.
Querida amiga mía, ¿dónde te has metido? Necesito verte, oírte, sentirte...

Pregunto por ti todos los días a un hombre con bata cada vez que viene a darme unos caramelos blancos (nunca sabré a que saben exactamente).
Él me responde que nunca más te volveré a ver, que te has ido para mi beneficio, pero eso yo no lo creo.
Él me miente, porque sé que tú nunca harías eso pasase lo que pasase.
Te echo de menos. Por favor vuelve pronto. Necesito verte y hablar con alguien que me comprenda realmente no con personas con batas blancas que me dicen "Sí, sí" a cada cosa que les digo y después por las espaldas me ponen de loca.
Vuelve. Los días sin tu compañía se me hacen eternos.

Por qué dejarlo.

¿Nunca os ha pasado eso de decir: "Venga, a concentrarse un poquito" y después acabas haciendo todo lo contrario y te quedas mirando mensajes antiguos.?

Esos recuerdos que nos inundan por las noches. Esas palabras que recordamos como si al rojo vivo las tuviésemos clavadas. Esas miradas inocentes pero a la vez tan penetrantes.
Todo como si hubiera sido ayer pero tan lejos como el infinito.

Soñar despierto. Vivir, dormido
Pasan las horas tan rápido que se quedan en el olvido.
Deseos que pedimos a la luz de las velas pero pocos conseguidos; y todos sabemos por qué...