martes, 31 de enero de 2012

Capítulo 1.

El sol brillaba a través de la ventana pasando una luz tenue entre las cortinas a la vez que un soplo de aire que hacía que las movía como de tal forma que parecía que estaban bailando…
Un rayo de sol le alcanzó en la cara haciéndola despertar entre sábanas de seda y rosas rojas recién cortadas encima de su mesilla como cada mañana.
Se incorporó y se dio cuenta de que junto a las rosas había escrito una nota. Una nota especial, que olía a su colonia favorita, a Chanel nº5, y que decía:

 ¡Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti princesa. ¡Pienso siempre en ti!


- ¿Quién podría ser?- se preguntaba a la vez que leía una y otra vez la nota. -Alguien del servicio tal vez- pensó, -No... Nadie sería capaz de hacer una cosa así, si son como de mi familia…-
Se puso su rebeca y bajó a desayunar como hacía todas las mañanas.
Se sentó en el patio junto a su bandeja con su café y su tostada de aceite como normalmente, pero con una diferencia, que esa mañana no pensaba en todas las cosas que tenía que hacer durante el día, sino que estaba pensando en quién podría haberle escrito esa nota. Y encima escribirle la frase que más le gustaba su película favorita…

lunes, 30 de enero de 2012

Does worth it?




Have everything except him, and feel empty.


Have nothing but have him, and feel full.



Sí merece la pena.

domingo, 22 de enero de 2012

Ilusos

Mucha gente cree que sus vidas han sido un regalo, que están aprovechándola al máximo, que todo lo que hacen está correcto, que sus vidas son prefectas. Pero sabes lo que yo les digo… “Queridos no os hagáis los importantes en esta vida porque existe mucha gente que son más felices que vosotros con menos, que hay más que están aprovechando las oportunidades que les brinda la vida. Pero no os cortéis, seguid siendo igual de felices en vuestro mundo de yupi centrado en vosotros mismos…
La vida, vivir, es regalo que ninguno de nosotros hemos pedido, mas no porque tú, vosotros, la tengas no significa que la estés viviendo, que la estés aprovechando”

jueves, 19 de enero de 2012

Make your smile shine on.

Pasan los días, las semanas, los meses y aún te sigues acordando de ese estúpido fallo que tuviste un día el cual tuvo unas consecuencias que mejor no recordarlas. Aún sigues pensando en qué hubiera pasado si en vez de haber hecho lo que hiciste hubieras hecho otra cosa. Sigues pensando en ello, incluso sigues dándole vueltas y recordando en las palabras exactas que querías haber dicho, las que hubieras dicho si en ese momento pudieras rebobinar todo lo ocurrido y darle a grabar de nuevo.
No te comas más la cabeza, no sigas dándole vueltas al mismo tema de siempre sabiendo que aunque sigas pensando en ello nada va a cambiar. Nunca podremos cambiar lo que ha sucedido lo que se ha ido, por lo que deja de seguir echándote las culpas día tras día, eso no cambiará la historia. Admítela, aprende de ella y haz que aparezca de nuevo ese brillo en tu mirar, haz que tu sonrisa vuelva a lucir.

miércoles, 18 de enero de 2012

Like in a roller coaster.

La vida poca cosas nos regala, por no decir casi ninguna. La vida nos ha mostrado que si queremos algo, por muy extraño que sea, por muy complicado o fácil que sea, debemos, no, TENEMOS que luchar por ello, pelear con uñas y dientes sin dejarnos pisotear nuestros sueños o ideales.
A veces durante este duro pero al final reconfortable camino existen momentos en el que el miedo aparece. Nos sentimos como si no pudiéramos ser capaces de hacer nada, como si nuestras fuerzas no nos acompañaran, como si fuéramos bichos raros.
No te preocupes, a todos nos ha pasado exactamente lo mismo. Es normal sentir a veces miedo. Nos está midiendo nuestra valía, nuestra valentía, nuestras capacidades. Y normalmente su forma de decirnos que necesitamos un pequeño empujón para seguir con nuestro camino es la inseguridad. 
No pienses que el miedo es malo, sino dale la vuelta a la situación y piensa en las cosas buenas que te está diciendo.

martes, 17 de enero de 2012

Shooting star

Pasa que muchas veces vemos que las cosas pasan con tanta rapidez que no nos damos cuenta en realidad de lo que realmente está sucediendo y sentimos esa necesidad de darle a pause y recomponernos del largo viaje que hemos hecho.
No pasa nada por querer de vez en cuanto una pequeña pausa para poder recapacitar de todo lo ocurrido, pero no dejes que esa pausa se apodere de ti. Mantente firme en estos momentos de debilidad porque aunque la Tierra parezca que se mueva lentamente, ésta no va a parar por ti. La vida sigue, el tiempo transcurre sin que nos demos cuenta.
Pero recuerda lo que un día me dijiste… Veo las estrellas desde mi venta, el mundo entero se está moviendo y yo aún sigo manteniéndome de pie.

Comienzos...

Me podría poner incluso a mí misma de ejemplo. Podría contaros mil y una historia sobre comienzos y finales, sobre nuevas oportunidades y oportunidades desperdiciadas o mal aprovechadas, sobre momentos de máxima felicidad y momentos en los que más deseas es acabar con tu vida para dejar de sufrir de una maldita vez, sobre, sobre…
Podría pasarme horas citándoos ejemplos pero para qué malgastar tanto tiempo en explicar cosas en las que todas tienen el mismo comienzo, la misma explicación.
En definitiva, para ser lo más precisa que pueda ser, todos nuestros comienzos siempre provienen del final de anteriores comienzos. Siempre pensamos que los comienzos que empezamos la mar de feliz nunca acabarían pero todo en esta vida tiene un final, un final que poco a poco se va haciendo visible, a unos les aparece muy pronto y a otros, por lo contrario, parece que su final nunca llegará aunque al final le llegue, dicho sea la muerte.
Por ello no os preocupéis porque vuestro deseado comienzo haya terminado del tal forma, o que haya causa tales efectos, pensad que de los errores se aprenden, por lo que algo de experiencia habéis ganado un vuestro fatídico final. 
Sonreíd, já, ya no volveréis a cometer los mismo errores en vuestro nuevo comienzo.




domingo, 15 de enero de 2012

Reflejos de una noche.

Era una noche, una noche en el que la luna, brillante y nítida como si una mismísima perla del collar de Audrey Hepburn se hubiera salido y hubiera encontrado un lugar donde todo el mundo pudiera admirarla sin problema alguno, aparecía en mis sueños, tan perfecta que casi pensaba que lo que estaba pasando era realidad y no un simple sueño.
Poco a poco mis dedos casi rozaban la perfecta curva de la luna. Tenía que llegar a ella como fuera, no sabía exactamente el motivo de mi propósito pero era tal la atracción que provocaba sobre mi ella que aunque quisiera no podría dejar de mirarla ni de querer tocarla con mis manos. 
Estaba apunto de tocarla cuando de repente todo se volvió borroso, como si fuera el reflejo de la luna en el agua y fuera interrumpido por el golpear de una piedra en ella provocando una perturbación extraña a la par que preciosa; y apareció una imagen reflejada en ese lago el cual había confundido con el cielo infinito...
Era él, era la persona de la cual había estado obsesionada durante días, semanas y, por qué no decirlo, incluso meses.
No comprendía muy bien porqué estaba él reflejado en el agua, porqué estaba ahí quieto, mirándome fijamente con esos ojos verdosos y esa sonrisa tan característica en él. Era algo tan inexplicable que me quedé embelesada mirando esa figura en el agua.
Él empezó a decirme algo, algo que no podía comprender. Él pronunciaba palabras llenas de sentido pero sin sonido alguno. Yo intentaba escucharlas pero cada vez que me acercaba más al agua para poder oírlas más lejos se escuchaba esa suave voz. 
Me acercaba más y más, casi tocaba con mi cara la fría agua de la noche.
Me acerqué un poco más, casi podía oírle y de repente me encontraba rodeada de agua, no me lo podía creer, me había caído al agua.
Al mirar a mi alrededor me di cuenta que no era la única que había caído al agua, otras tantas como yo habían pasado exactamente por lo mismo que hacía unos segundos me había pasado ami. Noté una presión sobre mi corazón, no sabía exactamente lo que era aunque intuía lo que podía ser, pero no quise admitirlo. 
No quería admitir que era exactamente igual que las otras chicas que había caído al igual que yo. No quería admitir que no era especial, que no había nada que me pudiera hacer destacar sobre las demás. No quería admitir que nunca sería la EXCEPCIÓN de este juego llamado Amor...
Era incapaz de mover los brazos, pero a la vez tampoco quería mover los, ya que me sentía tan cerca de él que no quería desaparecer de ese lugar, aunque eso significara mi final.
Pero de repente una luz apareció de la nada, de la oscuridad y me cegó por completo haciéndome perder la noción del tiempo. Era mi final, estaba segura de ello, porque sino que podría ser entonces...

Me desperté entre sabanas mojadas por la lluvia que había entrado por la ventana que sin darme cuenta había dejado abierta esa misma noche. Giré mi cabeza y divisé una figura en el umbral de mi puerta, entre la oscuridad de la noche y la claridad de la luz de la luna. Era él, la persona de mis sueños. No podía ser me decía a mi misma, no podía ser, estaría en otro sueño. Pero en realidad sí era él, todo esto no era un sueño. Estaba despierta sentada en mi cama y mirándole sin poder creerlo.
No fui capaz de pronunciar palabra alguna, pero eso no fue necesario. Él se acercó despacio pero decidido hacia el lado de la cama en el que me encontraba. Llevaba consigo un papel, un papel escrito, como una carta. Se sentó a mi lado, me cogió de la mano y colocó en ella el papel que traía y con voz dulce pero a la vez ardiente y seductora me susurró al oído...
 - Tú eres la única excepción. Eres la única que realmente necesito para vivir...- me cogió de la mano y me besó.

Aún recuerdo esa noche como si hubiera sido ayer y guardo ese papel junto a mi corazón.

jueves, 12 de enero de 2012

Un largo adiós

A cada paso que doy ella me persigue, me persigue como si fuera mi sombra, pero al menos la sombra hace su función en el momento preciso en el que se la necesita, pero ella… ella siempre aparece en los momentos en los que menos se la necesita.
Me ha acompañado en los en los buenos y en los malos momentos aunque siempre hacia su entrada espectacular cuando más inoportuna era. Toda la vida hemos sido como uña y carne, siempre la una junto a la otra… demasiado tiempo es.
Podría ilustrarla, podría explicarla, podría hasta enseñarla sin ningún obstáculo pero eso sería darle mucha importancia, demasiada para la que se merece. Siempre ha sido la más mimada de la familia, la que más caso le han hecho y eso ha repercutido en mi, tanto que es en estos momentos es como mi segunda piel.
Pero es mi propósito, mi deseo decirle adiós para siempre aunque sé que eso nunca podrá llegar a ser pero al menos que sea un hasta luego muy muy largo.
Mas no por ello no me despediré de ella. Incluso los poemas hablan de ella, hablan que cómo mejor puede estar es con esa boquita cerrada. Esa boca con la cual daba unos besos a la par de cálidos, con un regusto a traición…

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
Parece que los ojos se te hubieran volado 
y parece que un beso te cerrara la boca. 
. . 
Me gustas cuando callas y estás como distante. 
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
Déjame que me calle con el silencio tuyo. 
. 
Déjame que te hable también con tu silencio 
claro como una lámpara, simple como un anillo. 
Eres como la noche, callada y constelada. 
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. 
. 
Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa basta. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Hasta pronto...

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